La ciudad se diluye bajo una cortina de humo.
El fuego avanza; inerte, amenazante.
Abrazan las brasas el sin razón de nuestro presente.
Despierta en mí una lucha incandescente y voraz,
capaz de incendiarlo todo.
Pero el amor…
El hollín se potencia y lo nubla todo.
La imagen se opaca a través de tus ojos.
Circundan mis lágrimas un pasado incierto y ausente.
Y juego a pensar que es sólo un juego nomás,
incapaz de creerlo real.
Pero el temor…
El paisaje se tiñe de un gris casi negro.
El sol resplandece; de noche, de día.
Esconden las hojas un otoño falso e irreal.
Renace en mi ser una disputa incongruente,
ríspida o trivial.
Pero el amor…
El amor es, en fin, el fuego que me reanima.
Cuando afuera el humo se roba la escena,
y tus ojos me abrazan al despertar.
Viajes (X) - Caltagirone ida y vuelta
Hace 7 años.
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