El contrapunto surge, crece y se ramifica entre nosotros semejando un modelo de ficción que carece de lógica; pero no. La disonancia entre castas existe, y la solución está allí, al alcance de tus ojos, labios o manos; pero entretienen tus sentidos con falsas cadencias que ignoran el conflicto, convirtiéndolo en moda, ranking o cacerola. La carencia de ideas no es la causa de nuestros lamentos, sino su vil consecuencia. La melodía es banal, monofónica e insustancial, pero es la que suena en las radios. El minute to minute arrasó con todo, borrando el pasado y rescribiendo el futuro, cristalizando un presente de ringtones y efímeras modas, alterando escalas, matices y texturas. Solemos oír el motivo que se reitera: una y mil veces resuena en nuestras cabezas, pero la causa más "nazarena" subyace nuestra conciencia.
Debemos pues, aceptar lo lamentable de nuestra especie: la ignorancia y la pereza intelectual son el tesoro de los más aptos que editan e iteran este nefasto ostinato.
Sólo la idea de intentar algo nuevo alimenta nuestra esperanza. En algún punto, romper la estructura modulando a otros rumbos, explorando nuevas tonalidades (tensas, excéntricas y poco superficiales) tiende a justificar nuestra travesía.
Jamás podrán sitiar nuestras melodías, seremos música ante la pauta que asupicia este ruido e ideas ante el colectivo letargo creativo.
Inquietas e internas pasiones formarán nuestro acorde: las notas caerán donde quieran (y como quieran) enhebrando la nueva armonía. Llenar los espacios vacíos, latiendo al compás de nuestra conciencia, será nuestro mayor desafío.
Debemos pues, aceptar lo lamentable de nuestra especie: la ignorancia y la pereza intelectual son el tesoro de los más aptos que editan e iteran este nefasto ostinato.
Sólo la idea de intentar algo nuevo alimenta nuestra esperanza. En algún punto, romper la estructura modulando a otros rumbos, explorando nuevas tonalidades (tensas, excéntricas y poco superficiales) tiende a justificar nuestra travesía.
Jamás podrán sitiar nuestras melodías, seremos música ante la pauta que asupicia este ruido e ideas ante el colectivo letargo creativo.
Inquietas e internas pasiones formarán nuestro acorde: las notas caerán donde quieran (y como quieran) enhebrando la nueva armonía. Llenar los espacios vacíos, latiendo al compás de nuestra conciencia, será nuestro mayor desafío.
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